Clos Lentiscus Rosé brut nature

Ojo al dato, segundo espumoso de Clos Lentiscus y segundo rosado. ¿Por qué? No tengo la menor idea. ¡ O sí! Porque lo petan mucho en rosados. Es que esta gente no es de hacer rosados, porque hay que tener gama. O por el mero hecho de hacer un rosado y punto. No, ellos hacen rosados con la mayor y mejor de las intenciones. Vino rosado. A conciencia. Para mayor gloria y como su hermano, ya revisado anteriormente, este vino es monovarietal. En este caso de samsó, más conocido como cariñena. De unas cepas viejuners del 39, sitas en Torrent de Ribes, en el macizo del Garraf. Cosa que le da calidad al vino y esta ficha escrita. Viticultura biodinámica, levadura autóctona, fermentación evitando la malolactica y crianza en botella de veinte meses. Deguelle sin licor de expedición, brut nature, naturelment. Com il faut.
Ahí es nah. Otro bichito cuidado con esmero y cariño por la peñita de Can Ramon. Gente con las ideas claras y los vinos aún más. Pero bueno, vamos a desgranar este vino que leerme ya no tiene gracia.

Rojo cereza de reflejos naranjas, rosario de elegante ascenso, lágrima en fino y uniforme descenso. Aromas a frutos rojos con punta licorosa, muy floral y algo balsámico. En boca es elegante y expresivo. Fruta roja marcada, casis y madroños. Ciruela negra y se cuela algo de fruta de hueso, como si maceraras una macedonia de frutas de primavera. Las notas florales  se acompañan con unos balsámicos marcados y recuerdos especiados. La tanicidad se esconde tras un volumen graso, que se acompaña de una acidez que borda el conjunto. Elegante vino. Gran rosado. Retro dulzón con recuerdos a polen. En definitiva, un rosado muy gastronómico para disfrutarlo en compañía de buenos platos.