K PI Anphorae
Kappa es el nombre de la décima letra del alfabeto griego. Pi es el número infinito reducido coloquialmente al 3,14, y también el nombre de la decimosexta letra del alfabeto griego. Es la relación entre la longitud de una circunferencia y su diámetro. También es una película fascinante, pero ese es otro tema. La cuestión es que en conjunción coloquial y pasado al alfabeto común, es un indicador clave del desempeño y rendimiento.
Supongo, (ya que soy mucho de suponer) que este vino tuvo como objetivo el comportamiento de la garnacha de Gredos en ánfora. Sí, porque ante eso estamos. Una garnacha de la sierra de Gredos. Vinos de mesa en los que se encuentra una pasión que comparten muchos viticultores: buscar la expresión de esta garnacha. La sierra de Gredos es una sierra del sistema central y abarca las provincias de Madrid, Toledo, Salamanca, Cáceres y Ávila. Ala, ya tenéis la clase de geografía. La otra es que están fuera de DO, aunque quizás algún día tengan la suya propia, ya que su diferenciación con los vinos colindantes es notable. Por terruño, orografía, climatología, etc. Si queréis profundizar, ya sabéis, os pegáis un viajecico a Gredos y lo petáis como enoturistas winelovers.
Mientras, os voy a hablar de Daniel V. Ramos (la uve no sabemos si es de vino o de vendetta, pero ahí está) en la zona de Cebreros, Ávila. Con un extenso catálogo de vinos, pero que podríamos dividir en dos secciones: los Zerberos y los KPi. Este que os presento pertenece a los KPi y es el Anphorae. Vino 100% garnacha, fermentado y envejecido en ánforas de cerámica, al más puro estilo not for beavers o sin madera. Podéis pensar que la utilización del ánfora es para buscar una expresión de la garnacha sin interferencias. Puede ser, pero Daniel utiliza madera en otros vinos, también. Así que, preguntadle a él, pero quizás no vais desencaminados. Yo como no, me voy a centrar en el vino que es lo que toca. Con un bonito rojo granate de intensos reflejos rubí, pero a la vez muestra una capa baja. Interesante. Muy frutal en nariz, fresas, bayas, madroños y algo de petit suisse al fondo. Flor de lilas. Fresca y golosa nariz. En boca es estructurado, vivaz y alegre. Fruta en varios estadios, pero fruta, alguna más joven y otras más maduras, pero es ineludible el festival de frutos rojos en boca. Desde fresas a ciruela negra, con leves toques especiados y unos balsámicos que recuerdan al palodu. Excelente trago medio que hace salivar, buena acidez y un tanino fino. Garnacha que si pongo a comparar, me recuerda a los buenazos de Vins del Tros en la Terra Alta. Buena definición de una garnacha viva, alegre y desenfadada. Tendremos que seguirla de cerca.